miércoles, 18 de enero de 2012

Los Roques


 Qué son Los Roques sino un paraíso tropical, un pedacito del cielo en la tierra. Sus aguas critalinas y su arena blanca nos hacen olvidarnos del caos existente en nuestro alrededor. Llegar a este edén terrenal hace que se exacerben nuestros sentidos, es un deleite para los 6. Aunque llegar a este sitio idílico puede ser un poco engorroso, el viaje vale la pena completamente.
 




La noche que llegamos, salimos a chismorretear con César, comimos en Aquarena (tienen que probar las camiguanas crujientes) y dormimos en una hamaquita de la ratonera. A la mañana salimos a pescar, no somos  amantes de atrapar animalitos, pero esta pesca no es cualquier cosa y atrae gente de todas partes del mundo que viene a hacerla en Los Roques.  Para practicarla, no sólo se requiere un perfecto dominio de la técnica, además debes aprender a pensar como el pez, buscarlo y ponerle la carnada casi en la boquita para pelearlo, atraparlo, tomarle una foto y dejarlo ir. Valió la pena. Los paisajes no tienen sentido: lagunas de mangle y bajos en el medio del mar con todos los colores que Los Roques ofrece. La técnica: hermosa, unos latigazos para adelante y para atrás usando unas carnadas que llaman "moscas" y que son de todos colores. Cuando atrapamos al primero sentí la emoción del pescador frente la lucha y la paciencia que implicó hacerlo y la felicidad de dejarlo ir sabiendo que así siempre habrá cuando vuelva. Además la atención, ¡no podía ser mejor!
Al mediodía nos llevaron a almorzar en el Rancho de Polito en Isla Agustín. Una preciosura de detalles y guindarajos con piso de arena, vista azul y langostas frescas. Exquisito. Luego, pescaron un rato más y vuelta a Gran Roque, felices con nuestras fotícos.

1 comentario:

Paola Gabaldón - Isabela Vogeler dijo...

"Un pedacito de cielo en la tierra". Bello.

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